La Punción Seca se realiza con una aguja de acupuntura; no se introduce por tanto, ninguna sustancia al cuerpo como en otras técnicas de infiltración.  Aunque la aguja puede causar cierta aprensión a muchas personas, lo cierto es que la sola introducción de la misma, no genera dolor.  Esta técnica es efectiva tanto para preparar el músculo al 100% de su capacidad para afrontar una prueba física, como para recuperar el músculo lesionado o contracturado producto de un esfuerzo físico.

   ¿Cómo funciona? La primero es detectar el Punto Gatillo del músculo a tratar, que estará dentro de una banda tensa de dicho músculo, y hacer entrada y salida rápida de la aguja de forma repetitiva.  Si hemos dado con el Punto Gatillo, el músculo responderá con un espasmo local (contracción involuntaria del músculo).  Esto hace que se inicie un proceso de regeneración que impulsa más nutrientes al músculo; conjuntamente con la incidencia directa de la aguja en la lesión, se relajan las fibras causantes de la contractura y del dolor local e irradiado.

   ¿Qué se busca? El músculo cuando está contracturado tiene las fibras más “pegadas” las unas a las otras; por tanto, hay menos recorrido muscular, menos elasticidad, y disminución del rango articular.  Lo que buscamos es restablecer la normalidad en el músculo mediante la punción en el punto gatillo, liberar sustancias endógenas (de nuestro propio cuerpo) para aliviar el dolor, aportar nutrientes y “despegar” unas de otras las fibras musculares.

   ¿Resultados? El resultado se ve en el acto.  Si bien genera dolor “residual” que puede durar 1 día, en el mismo momento podremos notar la liberación del músculo y la recuperación de parte del recorrido muscular y articular, pudiendo realizar movimientos que hasta el momento del tratamiento teníamos limitados.  Por tanto, es una técnica que en comparación con otras, tiene resultados inmediatos que nos permite -en la mayoría de los casos- mantener la actividad y el rendimiento físico.